Capítulo VII. Malas aguas.

Gusteau iba por su otra sandalia, pero difícilmente podía moverse, porque al parecer las olas eran algo bruscas.



-Puta sandalia, ¿dónde te has metido?-El se movia para todas direcciones:No había rastro de ella-te voy a encontrar, ya estoy harto de estos callos que me estan matando-pensó.

Tragaba agua salada mientras nadaba. Seguía avanzando y no encontraba nada.

Desesperó.

-¡jode,joder!-ya estaba dándose por vencido-¡Maldita sea!

Ya estaba algo lejos de Angela. Giró hacia dirección de ella y le dio un pequeño escalofrios.

-Vamos dejar a esa sandalia por la paz...-pensó.

Pero de pronto sintia algo extraño. El mar se movía de una manera extraña. El aire era de un silencio incómodo. Meade M. Gusteau empezaba a inspeccionar. Nada por aquí, nada por acá. Nada por acá, nada por aquí... espera.

-¿Qué es eso?-divisaba algo a lo lejos- Es... ¿Una aleta?

Las tes o cuatro aletas estaban girando a su alrededor.

-No me jodas... Esto no puede pasar en la vida real-¿Y qué importa Gusteau? creo que estas en problemas...

Notaba que se acercaban mas y mas a él. Lo estaban acorralando.

-¡Yo soy un buen nadador, y no me van a comer!-se sumergía y vio a los tiburones. eran tres-Gulp-tragó salíba y salió del agua-¡Dios!

Agarró valor y volvió a sumergirse.

Espero al momento de que un tiburón dejara el paso libre. Entonces avanzó en un nado rápido.

-¡Jode, joder!-pensó Gusteau

Al hacer esto Meade Gustea, los tres tiburones se lanzaron sobre él, y sin voltear a su retaguardia Gusteau avanzó sin parar. Nadó y nadó, los tiburones estaban tomando ventaja en velocidad.

-¡Por el coño de mi abuela, por la moronga de mi padre!-Pensó esto y le metio mas velocidad a su nado, pero parecía loco; sus ojos estaban demasiado abiertos. Después salió del agua y seguía nadando.

Ya el estaba tan cerca que creía que iba a chocar contra él.

Al llegar, se pegó en la cabeza, pero no le importaba y subió.

En cuanto se iba a subir, un tiburon dejó ver su horrible cara y ya Gusteau tenía una pierna en el barco y su cara fue a dar a la cara del tiburon.

-¡Madre mía, me estoy orinando mis calzones!-y se tiró al barco sin dudarla.

El tiburón chocó contra el velero y Gusteau por ello rodó hasta pegar contra una caja que tenía amarrada. Ya tenía algunas Gusteau heridas en su cuerpo.

Y hubo otro choque. Quizo levantarse Gusteau pero cayó otra vez.

-¡Demonios, esto si que me esta har...!-otro golpe mas fuerte-¡Dejen a mi Angela, van a voltearla junto conmigo, maladitos tiburones!

No dudo en tratar de pararse otra vez y fue por una lanza que tenía dentro de la cabina.

Y seguían embistiendo a Angela los tiburones.

-¡Dejen de joder hijos de puta!-y cae por otra gran embestida y casi se encaja la lanza cubierta por un mantel que había sacado de una caja de madera-Dejen de joder...-dijo asustado. Por cierto, sus calzones estaban doblemente orinados, sólo faltaba la mierda-casi me mata esta lanza-pensó esto último.

Salió de la cabina con lanza en mano-parecía un heroe de la mitología griega, Aquiles-El sol le pegana en su cara y su cara de hombre luchador valiente experimentado se dejaba ver, pero cayó boca abajo por una simple embestida.

La lanza salió rodando y tuvo que ir por ella.

-P&$a!- arrastrándose fue por ella, pero resvalaba alguna que otra vez-¿!Por qué en estos momentos!? ¡Mis cojones, qué mala suerte!

Y Meade Gusteau salió arrastrado contra su voluntado hacia el lugar donde se encontraba la lanza. Sólo él podía cómo se acercaba a ella; ya creía estar muerto hasta que al otro lado dieron otra embestida y rodaba la lanza en cuanto gusteau la alcanzó con su mano.

-Ahora si tiburones, ¡Me los voy a cargar!-se levantó de prisa y se recargó en un borde.

Alzó su lanza, y brilló con el sol encima. Lanzó un zarpáso, pero no le dió a nada, porque el tiburon lo esquivo, pero la segunda vez no se salvó.

-¡Sufre y sufre-e iba a dar gracias a Dios-¡Si Angela, menos uno, gracias a D...!- y otro tiburon embistió, terminando de tirar otra vez a Gusteau al mar.

Gusteau estaba luchando por recobrar la vista, pero la sangre del tiburon herido y moribundo le cegaba. y empezó a salir del mar.

En cuanto salió, se agarró otra vez del velero como pudo. Subió por completo cuando de pronto salió de debajo del barcó otro tiburón.

-¡Anda cabrón, trata de comerme y yo te consigo una gastritis segura!- dijo esto sacandole el puño al tiburon, como en signo de burla y atrevimiento.

El rifle... ¿Por qué no sacar el rifle?

-El rifle....-otra embestida y resbaló hacia atras-¡Si el rifle!-se veía muy cómica la resbalada que se dió y por unos instantes tratándose de sostener con el piso, pero chocó contra la otra cubierta-¡Ay!

Y se fue por el rifle que tambien lo tenía dentro de la cabina. No tardó un minuto al salir con el rifle que tenía la carga llena de seis tiros. Hubo otra embestida, pero esta vez si se pudo sostener con la puerta.

-No, no esta vez malditos...-Pensó.

Y al ver uno desde lejos, disparó.

-Espero haberte dejado fuera de combate, idiota.

Otra embestida, esta vez sonó algo crujir fuertemente.

-Hijo de p%$a!-cayó otra vez al suelo. Se levantó después de haberlo hecho varias veces, ya casi estaba noqueado-Ahora tú... tú eres el siguiente.- y apuntó.